Notas

Profesionalización y Jerarquización de la profesión
Artesanos, gremios, sindicatos, escuelas, equipos de salud, matriculación, asociación

Gentileza de: CAFYCOR / Por Juan Carlos Basadonna


Somos parte de una profesión donde la mayoría pensamos que es una profesión nueva, sin embargo, si nos detenemos a pensar en los orígenes es muy antigua.

Existen dibujos en lápiz que muestran uno de los primeros tratamientos intentados en fractura de fémur descubierto por arqueólogos. Proviene de la quinta dinastía egipcia (2750-2625 AC), Diario Medico Británico, Marzo 1908), obviamente equipado por artesanos.

Los cuerpos momificados, pinturas murales y jeroglíficos, nos han mostrado que los antiguos egipcios sufrían las mismas afecciones que padecemos hoy en día. También nos han enseñado algunas de las prácticas ortopédicas de aquella época. Se han hallado férulas en momias, fabricadas con bambú, caña, madera o cortezas de árboles y almohadilladas con lienzo.

Asimismo existen pruebas del uso de muletas, siendo el testimonio más antiguo del uso de una muleta un grabado realizado en el año 2.830 a.C.

Por otra parte, en varios papiros médicos del Antiguo Egipto, se encuentran citas sobre prácticas relacionadas con las lesiones musculoesqueléticas.

En el papiro de Ebers (1500 a.C.) se hace referencia a distintos tipos de reumatismos. El papiro de Hearts (1550 a.C.) ofrece varios casos clínicos con detalles sobre fracturas de miembros y mordeduras ponzoñosas.

Quizás la principal fuente de nuestro conocimiento sobre las prácticas de los antiguos egipcios proceda de un papiro, robado de una tumba en 1.862. se le conoce como el papiro de Edwin Smith.

Está redactado en escritura hierática y su autor es desconocido, pero se piensa que fue Imhotep, médico, arquitecto, astrólogo y primer ministro. El papiro describe 48 casos clínicos de traumatismos y comentarios sobre su tratamiento y pronóstico, incluyendo la reducción de una luxación de mandíbula, los signos de lesiones espinales, el tratamiento de una fractura de clavícula así como los signos y tratamiento de otras fracturas.

Necesidad de asociación

El espectacular desarrollo de las ciudades durante la Edad Media y el auge de la actividad comercial cambiaron la vida social en las principales urbes europeas. Esta circunstancia tuvo consecuencias diversas. Una de ellas fue el surgimiento de las primeras agrupaciones de trabajadores, los gremios.

Esos gremios estaban organizados en comunidades locales (municipia) y se adaptaban a la organización municipal instituida tres siglos antes de nuestra era. Su base orgánica era la lex collegii (especie de estatuto) y sus autoridades figuraban entre los magistri, quinquennales, u otros funcionarios públicos.

Los gremios se convirtieron en una institución de la ciudad medieval. Se trataba de corporaciones de trabajadores y artesanos unidos en relación con un oficio determinado (carpinteros, albañiles, curtidores, toneleros, pintores y todo tipo de profesiones). El gremio era un tipo de asociación económica,agrupaba a los artesanos de un mismo oficio y que se extendió hasta fines de la Edad Moderna, cuando fueron abolidas.

Tuvo como objetivo conseguir un equilibrio entre la demanda de obras y el número de talleres activos, garantizando el trabajo a sus asociados, su bienestar económico y los sistemas de aprendizaje. Se ha sostenido que el gremio fue un precedente del sindicato moderno. Los gremios funcionaban como una agrupación obligada de los trabajadores de una localidad que se dedicaban a una misma profesión.

Sus fines tuvieron esencialmente un carácter económico y social, consistiendo en controlar la oferta y los precios de los productos que manufacturaban, pero también velando por la prosperidad y seguridad de los miembros que los integraban.

Regulaban la actividad laboral, la formación y aprendizaje de sus asociados, estableciendo una estricta jerarquía entre ellos (aprendices, oficiales, maestros) Desarrollaron igualmente labores de carácter religioso expresadas en la veneración de sus santos particulares y la creación de cofradías.

La escala laboral del gremio se estructuraba en tres niveles: aprendices, oficiales, maestros. Podía haber todo tipo de gremios. Los aprendices eran la parte inferior del escalafón y puerta de ingreso al gremio. El acceso estaba limitado pues la finalidad última de los gremios era conseguir un equilibrio armónico entre demanda de obras y número de maestros.

Generalmente cada gremio se establecía en una calle y se organizaba con un sistema jerárquico. Para velar por sus intereses comerciales establecían un control sobre los precios y de esta manera impedían la competencia desleal. Al mismo tiempo, imponían unos horarios, unas condiciones de trabajo y una calidad en sus productos (lo que en nuestros días se denomina gestión de calidad o certificados de garantía de los productos).

El auge de los gremios fue tan espectacular que incluso los mendigos de algunas ciudades se asociaron para evitar que los extranjeros pudieran ejercer esta actividad. A pesar de que la Iglesia tenía un poder indiscutible, algunos monasterios alemanes tuvieron que negociar con el gremio de panaderos para permitirles elaborar pan con regularidad.

Los actuales colegios profesionales y los sindicatos son los herederos de aquellos trabajadores que empezaron a organizarse hace casi 1000 años.

El mundo del trabajo de nuestra época poco tiene que ver con la Edad Media, aunque el espíritu de los gremios todavía está presente en la actividad laboral.

La estructura de los gremios era muy sencilla. Se dividía de forma jerárquica en tres niveles: maestro, oficial y aprendiz. La autoridad era el maestro, quien estaba en la cima de la pirámide.

Un miembro del gremio podía llegar a serlo tras pasar un examen y una prueba práctica de sus habilidades. Si aprobaba, tenía derecho a abrir un taller propio, ser el dueño de las herramientas, acoger peticiones de trabajo y establecer su propio sistema de comercialización.

Resultaba muy difícil ascender en la escala laboral y por esta razón se incentivaban los matrimonios entre las personas del mismo gremio, una especie de endogamia laboral.

La finalidad de los gremios se basaba en la subsistencia de todo el colectivo en su conjunto. Este proteccionismo estaba por encima del beneficio particular de cada miembro.

Los oficiales se encontraban un nivel por debajo de los maestros, estaban en el punto medio. Se trata de artesanos ya con cierto conocimiento que llegaban a cobrar por su trabajo, estaban bajo la supervisión del maestro y trataban de perfeccionar sus habilidades.

Por último y en lo más bajo, se encontraban los aprendices. El acceso estaba limitado. Su admisión se hacía patente tras la firma del “contrato de aprendizaje”, donde se estipulaban las normas que el aprendiz y el maestro debían cumplir.

La edad a la que un aprendiz podía acceder era de entre los 12 y los 14 años y el proceso tendría una duración de unos 6 años aproximadamente. Sólo terminaba cuando hubiese pasado ese tiempo, por mutuo acuerdo o por el fallecimiento de alguna de las partes. El aprendiz tenía la obligación de obedecer al maestro, serle fiel y acudir al taller todos los días. Por otro lado, el maestro debía enseñarle el oficio del gremio y mantenerle, origen de una formación personalizada.

Esto puede parecernos conocido a quienes estuvimos en contacto los últimos 50 años con el crecimiento de nuestra profesión en nuestro país, donde los conocimientos se transmitían de esta forma.

La Revolución Industrial

Los gremios fueron una parte importante de la sociedad medieval. Cuidaron de los intereses económicos de cada localidad y se convirtieron en reguladores de la economía en los últimos siglos de la Edad Media hasta la proclamación de la libertad en el trabajo.

Su desaparición vino con la llegada de la Revolución Industrial, lo que trajo consigo la industrialización y la capitalización del sistema económico. Sus duras normas impedían la iniciativa personal, se mantenían en el progreso individual, por lo que la llegada de las primeras máquinas y el trabajo basado en la mecanización acabó por condenar a los gremios a una lenta decadencia y una posterior desaparición.

En cierto modo, los gremios constituyeron el antecedente de los sindicatos. El desarrollo de la industria moderna y la consiguiente quiebra de los talleres artesanales arrojaron a oficiales y maestros artesanos al desempleo. Durante el siglo XIX las relaciones de producción capitalistas y la creciente proletarización del trabajo desembocaron en el problema obrero. En adelante los obreros se organizarían en sindicatos y partidos políticos.

La total desprotección de estos frente a los abusos de los capitalistas (prolongadas jornadas de trabajo, empleo infantil, mujeres mal remuneradas, fabricas insalubres, hacinamiento, despidos sin indemnización, miseria, etc, los empujo a organizarse en asociaciones para protegerse en caso de enfermedad, paro o inactividad huelguística.

Gremios y sindicatos respondían, por tanto, a circunstancias económicas y sociales distintas.

A fin ales del siglo XVIII, en Inglaterra, cuna de la industrialización, nacieron las primeras asociaciones de trabajadores, las llamadas sociedades de ayuda mutua (o “socorro mutuo”). Las integraban esencialmente artesanos que trabajaban bajo el Domestic System (sistema domestico). Su objetivo era la unión de los obreros para conseguir mejoras laborales y salariales, operando como cajas de resistencia frente a adversidades como la enfermedad o el desempleo.

Hemos visto anteriormente como se producían las relaciones gremiales entre el maestro el oficial y aprendiz, y como efectivamente después de la Industrialización toda esta organización se resquebrajo, siendo precisamente una de las causas señaladas como el fin del gremio la dificultad que tenían los oficiales para acceder a la maestría.

Así de esta forma, los oficiales se fueron alejando más de los maestros y empezaron a organizar sus propios clubes comerciales y sociedades de amigos, cada miembro pagaba una suscripción que iba a parar a un fondo destinado a proporcionar ayuda en caso de desempleo o enfermedad, cualquier miembro podía visitar la asociación de su gremio para solicitar información acerca de los empleos, casi siempre se reunían en posadas, a pesar de que el lugar no era muy apropiado, sus miembros eran hombres que sabían leer y escribir, eran capaces de hablar con inteligencia, había reglas muy estrictas que prohibían el abuso de las bebidas, las blasfemias y las peleas y no permitían la admisión de obreros ignorantes.

En la década de 1840 se aprobaron una serie de leyes de minas y de fábricas que restringían las horas de trabajo de las mujeres y los niños y disponían de inspecciones regulares para asegurar su cumplimiento, así en 1850 las condiciones de trabajo iban mejorando, las fábricas eran más grandes y más saludables, los salarios iban subiendo poco a poco.

En esa época en la que el estado no otorgaba ninguna ayuda en caso de desempleo o enfermedad los fondos del sindicato era el que corrían con los gastos en los casos de necesidad, siendo estas fundamentalmente la ayudas en los caso de enfermedad y accidente, ayudas para el sepelio, etc.

Si bien las organizaciones que agrupan a los trabajadores han cambiado mucho desde las antiguas asociaciones gremiales hasta llegar a lo que son los sindicatos hoy en día, su función básica se resume en el mismo concepto, defender los derechos de los trabajadores. Su fuerza está siempre en el número de votos que reciben en las elecciones sindicales, ya que a mayor representación más poder de cambiar las condiciones de trabajo tendrá el sindicato ante el empleador y ante las distintas administraciones.

Escuelas de arte y oficios

La configuración de los sistemas educativos que cada país posee es siempre el resultado de un complejo entramado de variables en las que intervienen fundamentalmente la cultura, la política y el contexto histórico y socioeconómico en el que se desarrollan.

En Europa, tiene en su mayoría un origen que se remonta a la aparición de los gremios en los finales del Medioevo, coincidiendo con el inicio de la estructuración de las sociedades urbanas y de sus actividades, al tiempo que se eliminaba, con el beneficio derivado del comercio de las producciones de los aprendices, el coste de su formación.

Para los miembros del gremio, el desarrollo de las profesiones, su aprendizaje y, en general, la transmisión de sus saberes, se organizaba conforme a reglamentos de estricto cumplimiento, de modo que la formación del aprendiz estaba ordenada por un contrato privado y éste quedaba al cuidado particular de los maestros del taller.

Los reglamentos se mantuvieron durante siglos ceñidos al marco laboral y jurídico de las organizaciones gremiales, existentes durante todo el período preindustrial. Los contratos afectaban a todos los aspectos profesionales, laborales, productivos, sociales y jurídicos de cada oficio o agrupación gremial, para la mejor defensa de los intereses de los Maestros, oficiales y aprendices, estructurando normativamente las relaciones de dependencia entre unos y otros, sus cargos y jerarquías, así como la proyección social de los agremiados.

En la formación para los diversos oficios predominaban las enseñanzas de carácter oral y práctico, con una gran pobreza conceptual y escasez de contenidos experimentales, pero este modelo resultaba muy distante en su arquitectura normativa de la correspondiente a la de la instrucción o la educación.

Sin embargo, su rigidez, su falta de conceptualización y experimentalidad artística y docente, condujo con mucha frecuencia al estancamiento, la rutina, el empobrecimiento y la reiteración, tanto en los aspectos técnicos como estéticos, de las producciones.

De modo que las asociaciones gremiales llegaron a ser criticadas por su obsolescencia y por su carácter, más cercano al de las cofradías religiosas de su tiempo, que al de las artes que ejercían.

En resumen:

1. A través de la cooperación y a lo largo de la historia el ser humano, ha podido sobrevivir en los momentos de crisis.

2. La revolución industrial trajo consigo profundos cambios en lo económico, social, político lo que obligó al obrero a plantearse alternativas organizativas diferentes.

3. El movimiento cooperativo mundial tiene éxito en las actividades debido a las particularidades socioeconómicas existentes, en cada momento.

4. El movimiento cooperativo trabaja en forma conjunta e integrada con una serie de organismos internacionales que se sustentan en los mismos valores y principios.

5. La educación está en manos de los gremios y sindicatos y son supervisadas por el Estado

6. Posteriormente pasa a ser responsabilidad del Estado

Equipos de Salud – Matricula

Se considera “Ejercicio Profesional”, toda actividad técnico – científica y/o docente y su responsabilidad sean realizados en forma pública o privadamente o en relación de dependencia y que requieren la capacitación que otorga el titulo proporcionado por Universidades oficiales o privadas reconocidas por el estado.

Los procesos regulatorios tienen su origen en la necesidad de salvaguardar el bienestar de la población.

En el caso específico de las profesiones sucesoras de los gremios medievales, desde los inicios de estos últimos, las autoridades locales podían intervenir sobre sus actividades, ya fuera designando responsables o a través de la notificación de ordenanzas, aun cuando los gremios tuvieran capacidad de autorregularse. De hecho, tal como sucede en Argentina, en los países desarrollados, una profesión no adquiere su estatus como tal, hasta que el Estado lo formaliza a través de su legislación.

El Estado detenta la responsabilidad de verificar las capacidades técnicas y el ejercicio ético de las profesiones que pudieran poner en riesgo la seguridad física, propiedad, libertad y la salud de las personas.

Se reconoce para la regulación, la necesidad de contar con estándares que involucren la educación, el comportamiento ético, la competencia, la actuación profesional y el compromiso.

Los sistemas de regulación de la profesión médica, que han servido como base al resto de las regulaciones del equipo de salud, reconocen en la mayoría de los países, dos componentes fundamentales, la regulación externa (norma que establece el estado), la auto regulación (que lleva la propia profesión), mediante código de ética y otras normas propias de los colegios o consejos, legalmente reconocidos por medio de los colegios profesionales.

La finalidad de los Colegios, es ordenar el ejercicio de las profesiones, la representación exclusiva de los mismos, la defensa de los intereses de los colegiados.

El colegio debe velar por el cumplimiento de la buena labor profesional, la Practica Ética de la profesión es el eje de los estatutos.

Bajo estas perspectivas se deben cumplir principios básicos en un Equipo de Salud

– Debido a que cada miembro del equipo posee habilidades diferentes, no deberá haber duplicidad de funciones.

– Un miembro no debe reemplazar a otro.

– La necesidad de una coordinación requiere la existencia de buenos canales de comunicación para favorecer el trabajo en conjunto.

– Cada miembro debe contribuir con sus conocimientos específicos y asumir su responsabilidad y se hará cargo del área de su incumbencia.

– El equipo no es una meta en si mismo, sino el medio para lograr los objetivos propuestos.

Se pueden resumir el éxito del mismo en cuatro características fundamentales,

– Buena relación interpersonal.

– Correcta clasificación de los profesionales

– Existencia de objetivos comunes y buen conocimiento de las funciones propias y de los demás.

– Buena comunicación entre los miembros.

Conclusiones

La educación formal por parte de las Universidades debe garantizar una Formación Profesional amplia y homogénea a todos los alumnos del área, que los prepare con Habilidades y Destrezas profesionales.

Es ideal el contacto entre Universidades, Comunidad, Miembros del equipo de salud, Colegios, Cámaras, Asociaciones, Industria, etc. para generar los programas educativos que puedan sustentar las incumbencias y den además, solución a las necesidades de la sociedad.

Es el estado (Ministerio de Educación, Ministerio de Salud), quien debe regular la “no superposición de las incumbencias”

Las incumbencias profesionales indican la capacidad potencial que poseen los profesionales de una determinada especialidad, basadas en los conocimientos teórico – prácticos que han recibido.

El Estado detenta la responsabilidad de verificar las capacidades técnicas y el ejercicio ético de las profesiones que pudieran poner en riesgo la seguridad física, propiedad, libertad y la salud de las personas.

Actualmente en nuestro país existen varias instituciones educativas de distintos niveles que forman profesionales capacitados en el área de la rehabilitación, están avaladas por el Estado a través del Ministerio de Educación y regulada su aplicación por el Ministerio de Salud a través de la Matricula Profesional.

Es necesaria la asociación de los profesionales para la defensa de los intereses comunes, no importa a que asociación, organización, cámara o entidad los agrupe, lo importante es estar asociados a quien tiene los mismos intereses y con quien nos sentimos identificados.