Notas

IMPLANTES DE TORNILLOS QUIRURGICOS BIOCERAMICOS SE UNEN AL HUESO
Un nuevo implante de clavo con tornillo, biocerámico, llamado scrail, está hecho de fosfato de calcio, que se parece mucho a la composición del material óseo.

Desarrollado por investigadores del Instituto Fraunhofer de Tecnología de Fabricación y de Materiales Avanzados (IFAM, Bremen, Alemania), del Hospital Universitario Giessen-arburg (Marburgo, Alemania) y, por otras instituciones, el scrail, al contrario de los tornillos médicos hechos de titanio o de polímero, no está diseñado para ser atornillado en el hueso. En su lugar, se pretende que sea martillado con cuidado, donde se desea su colocación. Con una rosca, de forma especial, que implica un número mínimo de rotaciones, reduciendo así el riesgo de daño a los tendones y los huesos.

En contraste con los componentes metálicos, el scrail cerámico se integra en el hueso y no tiene que ser removido, ya que los dos componentes – fosfato de calcio e hidroxiapatita – son muy similares al material óseo. El mayor desafío fue alcanzar la máxima resistencia del material, ya que la cerámica es bastante frágil. Esto se resolvió mediante moldeo por inyección, con polvo de hidroxiapatita vertido en los moldes del scrail y luego calentado. El procedimiento es especialmente adecuado para la producción en masa, pero también puede utilizarse junto con impresoras tridimensionales (3D), lo que permite la producción de implantes específicos para cada paciente.

Los tornillos de implante se pueden utilizar para la fijación de implantes al hueso, la fijación de hueso a hueso, la fijación de tejidos blandos o para el anclaje. Están diseñados para maximizar el contacto inicial y distribuir la carga mecánica mejorando el área superficial, disipando y distribuyendo las tensiones en la interfaz tornillo-hueso, y aumentando la resistencia a la extracción. Cuando se utilizan con placas, actúan para aumentar la fricción entre la placa y el hueso.

Hospimédica en español